Hacia un futuro sostenible
Hacia un futuro sostenible
El estándar Passivhaus es un sello internacional de construcción que establece unos requisitos muy exigentes de bajo consumo energético y elevado confort interior, muy superiores a los que experimentamos en los edificios que solemos frecuentar.
Nace en Alemania en los años 90 y hoy está presente en todo el mundo, con miles de edificios certificados. España cuenta con más de un centenar desde el año 2009, y con la creciente sensibilización por la eficiencia energética y la sostenibilidad -y considerando sus beneficios evidentes en cuanto a confort y ahorro- el número de Passivhaus de la península no deja de aumentar.
Pero… ¿de dónde procede este nombre y por qué las llamamos así? Passivhaus (en alemán) o Passivhouse (en inglés) significan “casa pasiva”. Una casa pasiva es aquella que aprovecha los condicionantes naturales del entorno (radiación solar, ventilación, protección, orientación, altitud, vegetación) y otras estrategias bioclimáticas (aperturas hacia el sur, protección solar, patios) y constructivas (aislamiento térmico, inercia, transpirabilidad) para conseguir el confort interior con la mínima aportación de sistemas activos (instalaciones) posible.
Para entender el concepto, imaginemos un termo. Al ser hermético y bien aislado, mantendrá el café caliente durante horas sin gastar energía. Así se comporta una Passivhaus.
Los 5 principios fundamentales de una Passivhaus
- Excelente aislamiento térmico. Es decir: una casa con buen abrigo, tanto en las paredes, como en la cubierta, como en el suelo.
- Diseño sin puentes térmicos. Los puentes térmicos son aquellas partes del edificio por donde escapa la energía, como los marcos de las ventanas, las esquinas, las cajas de persiana, los encuentros entre fachada y balcón, las juntas… El estándar Passivhaus exige una planificación y ejecución de estos puntos críticos para evitar la pérdida de energía a través de ellos.
- Ventanas de altas prestaciones. De doble o triple vidrio según la ubicación del edificio, requieren una baja transmitancia y un correcto factor solar para captar la radiación en invierno y proteger el interior en verano.
- Una alta hermeticidad al paso del aire. Dicho de otro modo: un control exhaustivo de las infiltraciones, para evitar pérdidas incontroladas y por tanto reducir la demanda energética.
- Un sistema de ventilación mecánica de doble flujo con recuperador de calor. ¿Y esto qué es? Pues una máquina que renueva el aire viciado de las estancias con aire del exterior previamente filtrado y térmicamente acondicionado.
En climas cálidos como el nuestro, se habla de un 6º principio igualmente importante, consistente en la protección solar. El sello Passivhaus debe garantizar que no se superen los 25ºC en el interior durante más del 10% de las horas del año.
¿Cuáles son las ventajas de una Passivhaus?
¿Cuáles son las ventajas de una Passivhaus?
Bienestar higrotérmico
Temperaturas medias constantes de 20ºC en invierno y 25ºC en verano
Ahorro energético y económico
Mínima hipoteca energética gracias a la eficiencia del edificio
Ventanas de altas prestaciones
Aire interior filtrado, sin partículas, olores ni concentración de CO2
Excelente aislamiento acústico
Sensación de calma y silencio en el interior independientemente de los vecinos o del entorno
Bajo impacto ambiental
Emisiones de climatización muy reducidas en relación al resto de edificios
Valor de la propiedad
Durabilidad y valor del inmueble a medio y a largo plazo